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El Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) ha informado de la suspensión parcial, por parte del Consell, de las normas subsidiarias de planeamiento de Caudiel. Se trata de una propuesta que fue planteada en el pleno de marzo y ha sido justificada por el arquitecto municipal en fecha del 1 de junio del 2009. El ámbito material de la suspensión se refiere a 13 áreas del suelo urbano. Así, el informe del arquitecto municipal establece "la necesidad de preservar ciertas zonas de posibles actuaciones edificatorias que crearían un conflicto de intereses urbanísticos entre el planeamiento vigente y el Plan General en tramitación". RDFuente: El Periódico Mediterráneo
Caudiel El municipio repartió ayer unas 3.000 raciones de la tradicional olla, con motivo de la celebración de la fiesta de la cereza. Además, miembros de la Diputación como Vicent Aparici y Esther Pallardó visitaron, junto al alcalde, las obras del futuro CEAM, que están financiadas al 50% entre la Diputación y la Generalitat Valenciana. RDFuente: El Periódico Mediterráneo
Ese fruto tan sabroso como es la cereza fue el protagonista, ayer, en dos municipios de la provincia: La Salzadella y Caudiel. En Caudiel, la localidad despertó durante ayer teñida de un color especial, el rojo cereza, con motivo de la celebración de la XI edición de la Fiesta de la Cereza.
Reza el lema de la población, Caudiel, cerezas y miel; y vaya si es cierto. Kilos y Kilos de este preciado fruto rojo cubrieron cada uno de los puestos ubicados por todos los rincones de esta población del Alto Palancia conocida por la gran producción y la alta calidad de las cerezas que se cultivan en sus huertos. Además, había puestos de miel de diversas variedades, así como los más preciados arropes y hasta el típico dulce de la zona, el mostillo, elaborado a base de agua de miel, harina y frutos secos y además de una veintena de paradas de productos artesanales que convirtieron ayer el centro de Caudiel en un hervidero de gente.
Y es que no solo el mercadillo artesanal sirvió de reclamo para las más de 3.000 personas que se acercaron hasta Caudiel. También las visitas guiadas a los monumentos emblemáticos del municipio, la actuación de la rondalla y el reparto de más de 3.000 raciones de olla de pueblo típica de la zona, además de otras tantas raciones de cerezas fueron la carta de presentación de esta fiesta de la cereza.
Tal y como señaló uno de los productores de cerezas de la localidad, Ángel Urbán, en un día como éstos se puede llegar a "vender unos 300 o 400 kilos de cerezas, algo que, para dar salida a la producción que tenemos nos viene muy bien". Así, las cerezas del rabo corto, además de otras variedades que actualmente son las que más se están comenzando a cultivar en la zona, se convirtieron las estrellas de la jornada.
Carles Santos en la inauguración
El prestigioso músico y compositor Carles Santos fue el encargado de inaugurar la II Feria de la Cereza, Artes y Tradición de La Salzadella. Santos estuvo acompañado del alcalde de La Salzadella, Abelardo Ripoll.
Santos destacó el sabor de la cereza de esta población y anunció que compondrá un himno para la cereza. En esta feria, los visitantes pueden comprobar la calidad de la cereza, además de disfrutar de variados productos realizados con este suculento producto. Ripoll explicó que la feria cuenta con la colaboración de más de medio centenar de artistas y artesanos, que muestran la realización de sus obras y productos tradicionales. Por su parte, el presidente de la cooperativa de la Salzadella, José Luís Vilaplana, calificó la temporada de buena, esperando situar la comercialización sobre los 200.000 kilos de cereza.
Fuente: Levante de Castellón
El conseller Font de Mora aprovechó la visita a la localidad de Caudiel con motivo de un mitin político para visitar protocolariamente la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, donde los Hermanos Blasco, titulares del Templo, le expresaron su preocupación por la situación del Camarín de la Virgen del Niño Perdido, ubicado en dicho lugar sagrado. Font de Mora, entusiasmado por el barroco, prometió interesarse y ayudar a la recuperación de dicha joya del patrimonio valenciano.
La iglesia de San Juan Bautista de Caudiel es un templo que corresponde al antiguo convento de los Agustinos, fundado en 1616, por Pedro Miralles. Fue colegio de los Agustinos en donde se alojaba el noviciado para cursar los estudios de filosofía y arte.
El edificio conventual, tras la desamortización, el Estado lo cedió al pueblo para ayuntamiento, escuela, hospital, etc., mientras que el resto de la obra (iglesia, capilla, camarín) ha llegado a nuestros días prácticamente igual que en sus años fundacionales, erigiéndose en parroquial, en 1866, tras haberse derrumbado la cúpula de la antigua iglesia parroquia sita en el solar que hoy alberga la nueva casa consistorial.
La iglesia es una amplia nave en forma de cruz latina con capillas claustrales comunicadas entre si y cúpula de media naranja, todo ello de un refinado estilo barroco con extraordinaria decoración de orden compuesto. La capilla de la Virgen, es una bóveda de cañón con un gran arco abocinado y en el centro de la estancia la cúpula. El retablo del altar muy recargado en su decoración con hojarascas, florones, consolas, angelotes, etc.; catorce lienzos completan la estancia. El Camarín de la Virgen destaca por su riquísima decoración sobrecargada igualmente de querubines, hojarascas, cintas, guirnaldas, cartelas, etc. Sobresale de manera fastuosa el retablo, pues todo él está decorado en oro. Cabe resaltar el zócalo revestido de azulejo alcorino, más siete lienzos que al igual que los anteriores, son obras del pintor manchego Gaspar de la Huerta, discípulo de Espinosa y muy relacionado con Palomino, resultando todo el conjunto, posiblemente, el mejor exponente del Barroco Valenciano.
Es de destacar la pequeña imagen de la Virgen del Niño Perdido, conocida popularmente como Virgen del Colmillo, llamada así por estar labrada en un colmillo de elefante. Data del s. XV, es de pequeña factura (27 cm) y su valor es incalculable. Dice la tradición que San Vicente Ferrer, llevó consigo en sus misiones de apostolado y predicación esta pequeña imagen. Llegó a Caudiel, de mano de los Agustinos Recoletos, el día 21 de octubre de 1627. Fuente: wikipedia
Entre las mejores cerezas del momento, los muy entendidos destacan las de la comarca del Alto Palancia, al suroeste de la provincia de Castellón, donde predominan unos terrenos y una climatología muy adecuados para este cultivo. Y allí radican producciones que abastecen en buena medida las existencias que se comercializan en Mercavalencia, el gran mercado mayorista del área metropolitana de la capital.
Los hermanos José María y Fernando Lizondo miman una explotación en el término municipal de Caudiel, cerca ya de las cuestas del Ragudo, que marcan el pronunciado desnivel hacia Teruel. Allí, con un clima que no deja de ser mediterráneo pero va tendiendo a mayores rigores de frío invernal, la familia Lizondo cultiva unos 3.000 cerezos que se reparten entre cuatro variedades.
De las cuatro, la primera clase en madurar es la del 'Rabo corto', que se empezó a recolectar hace unas dos semanas. Le sigue la '7073', ahora en apogeo. A continuación llegará la 'Garner' y luego la 'Summit'.
Esto es así para poder escalonar la recolección, que no venga toda de golpe. De esta manera extienden las ventas durante mes y medio, desde mitad de mayo hasta finales de junio.
Antes tenían también la '470' y la '475', y José María Lizondo aclara enseguida: «Es que ahora las variedades de cerezas van numeradas, ¿saben?, las nuevas van sobre todo por números».
La éxplotación de los Lizondo está bastante modernizada, aunque imperan todavía pautas artesanal en muchas tareas, lo que sin duda aporta una calidad adicional en el trato de la fruta y los cuidados para el perfeccionamiento de su maduración.
Los árboles están situados en marcos de plantación intensos, con dos metros de separación de unos a otros en la hilera y 'calles' de 6-7 metros, para facilitar el paso de la maquinaria.
La poda tiende a mantener los cerezos bajos, de modo que se facilite que la recolección se haga toda desde el suelo, para no utilizar escaleras y banquetas que retrasarían, complicarían y encarecerían la tarea.
Toda la producción (unos 20.000 kilos) se la venden al mismo asentador de Mercavalencia desde hace más de 25 años, lo que habla de una relación casi familiar. Los precios son bajos este año, porque hay más cosechaen general, con un máximo de 3 euros por kilo, lo que «no paga ni la faena», apunta José María.Fuente: Las Provincias de Castellón